“Yo soy chinolo”
Muchas veces no tuve nombre, no sé en qué parte del camino
lo perdí, me bautice a mí mismo una tarde en que jugaba al ajedrez en un bar,
no había perdido una sola partida, las combinaciones en el tablero fueron
perfectas…
“Maritza, tráeme otra
ronda de cervezas por favor, hoy juego como los Dioses contra los Dioses y
todas las miradas recaen sobre mis hombros“
Encendí mi cigarrillo
y me dirigí al baño con la décima cerveza,
el baño era un chiquero, la fetidez de 2 siglos estaba encerrada allí…al
salir del pequeño infierno no pude evitar leer el rayado en su puerta con
marcador “Chinolo te están buscando”
De regreso una cerveza servida y un nuevo rival frente al
tablero, el resto de los jugadores sentados alrededor olvidaron esperar su
turno para jugar y comenzaron a comentar las fuertes jugadas en mi contra, era
como un aullar de lobos, un aullar una fuerte jugada, otro aullar otra fuerte
jugada y mis piezas comenzaron a ir hacia atrás, ellos sonreían… se oyó un
murmullo “el final está por llegar” La posición se hizo tensa, si me atacan por
un flanco les ataco por el otro, al parecer yo estaba perdido y como un rayo de
luz apareció mi jugada solté una carcajada y dije ahora voy a jugar como lo
haría el poeta Chinolo y anuncie Mate en 3…
Desde esa tarde adopte por nombre J.R Chinolo Barrientos, el fuerte jugador de
ajedrez.
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