miércoles, 7 de febrero de 2018

CONTARES DE UN POETA QUE JUGABA AL AJEDREZ.




“Porque en ocasiones también jugaba al ajedrez, hace tiempo sentía la necesidad de escribir algo en homenaje a su memoria”…


Debate Nocturno
Inspirado en una cuentistica ajedrezada,
El poeta se dispone a escribir…
Un papel tras otro papel va a parar a la basura,
Inconforme con cada línea escrita, vuelve a mirar al escritorio.
Sobre el escritorio un ajedrez,
también la vieja máquina de escribir.
Y pensó: ¿Un escritor y un ajedrecista tienen algo en común?
La musa, esa dama elegante que los visita en las noches
Para robarles el sueño y pintar sus cabellos de grises…
Dibuja su silueta en el aire con el humo del cigarrillo mientras la espera…
Intenta escribir nuevamente… e4? Quizás la mejor salida sea el peón de la dama acompañado de un gambito, tal vez lo ayude a que la musa regrese…
Se queda dormido en el sillón.
Despierta entre las sombras de la madrugada, cual si fuera un delincuente, lo aborda su locura desde temprano, escudriña entre sus libros en la búsqueda de la jugada maestra ò algo que lo inspire a escribir la prosa perfecta.
e4… vuelve a plantear la apertura ¿Peón rey ò peón dama? ¿Cuál será la mejor salida? ¿Cómo iniciar estos versos?
Esta pregunta siempre lo aborda.
Tres noches de insomnio son suficientes para escribir esta historia.
Y se dijo: con la punta del alfil de casillas negras lo escribiré.
Después de tres noches sin dormir dos líneas son escritas en un trozo de papel…
“La vida es corta para aprender a jugar ajedrez”.
22 de junio 2015



Rafael Zárraga también jugó Ajedrez…
Siendo ya escritor reconocido del Estado Yaracuy, el Poeta Zárraga descubre el ajedrez, se desconoce con exactitud donde aprendió a jugarlo, cuando los años marcaban su madurez. Inició su peña ajedrecística a finales del año 1974, principios de 1975 hasta el año 2006, cuando se marcha a otro plano.
Jugaban los domingos por la tarde en su propia casa ubicada en Cocorote en la Avenida Bolívar, convertía en espacio lúdico la sala, el comedor y en el patio. Algunas veces se trasladaban a la casa del Sr Eliécer Camacho “Pauca” situada frente a la Plaza Bolívar de Cocorote, Y por si fuera poco el encuentro con el Arte, jugaban también en casa de Edgar Giménez Peraza y en casa del Doctor. Morillo.
En 1976 construye en cocorote su famosa Pagoda “Quin Chon Chó”, bautiza así su refugio, por su fonética similar al lenguaje Chino. “…además de ser muy criollito”, nos dirá con picardía Inés Raquel Zárraga, su hija.
La Pagoda en su templo personal, donde vivió y compartió la bohemia con familiares y amigos. Allí el tablero blanco y negro descubre un mundo mágico, conectado a un universo intelectual, que lo llevó a formar grandes amistades, con las que compartió las tardes de ajedrez clásico y pensado. Rafael Zárraga también jugó Ajedrez…
“…Era un jugador muy precavido, conocedor de la teoría ajedrecística, con una excelente visión sobre el tablero, existieron partidas difíciles e interesantes que podían llegar a extenderse largas horas, partidas siempre dignas de análisis”. “Acostumbraba a jugar Peón Dama, aunque variaba mucho en su apertura, jugando también Peón Rey.”, así lo define Pauca.
El Doctor Nelson Morillo narra conoce al poeta Zárraga jugando una partida de ajedrez, donde logra sumergirlo en una famosa trampa conocida como el Mate de Legal, el Caballo Blanco da un salto y deja la Dama desprotegida, permitiendo al Alfil capturar a la compañera del monarca blanco. Dos jugadas más tarde el Rey Negro es rodeado por ambos corceles blancos que consiguen anunciar el Jaque Mate. Fascinado el poeta con aquel ataque, se interesó más por aquel juego de Reyes y dedicó tardes en su práctica. Rafael Zárraga también jugó Ajedrez…
En la peña ajedrecística lo acompañaron personajes como: Jacobo Ramírez, Alberto Herrera, el Sr. Baquero, Edgar Giménez Peraza, Marcos Pérez, William Ochoa, el Dr. Rafael Muñoz, el Dr. Morillo, el Dr. Caña y el poeta Manuel Barreto (también de la peña literaria de los domingos). Antes de iniciar la peña leía y compartía sus creaciones literarias. ¿Un escritor y un ajedrecista tienen algo en común?
Dentro de sus ocurrencias y anécdotas esta la creación de unos papagayos, se llevaron la mesa y el ajedrez al estadium Natalio Espinoza, allí elevaron papagayos y jugaron al ajedrez, la plaza Bolívar de Cocorote también sirvió de escenario para los encuentros ajedrecísticos, allí participaron en una simultanea dada por el Cubano José de Jesús Hernández, entrenador de selección de Ajedrez Yaracuy del año 1997.
Rafael Zárraga poeta, escritor, dramaturgo, cantor, amante de las letras y el mundo del intelecto logró moverse en un mundo de blancos y negros lleno de Reyes, Alfiles, Torres y Caballos para llevarse a la Dama y dedicarle sus versos y sus tangos… Zárraga, dibuja su silueta en el aire con el humo del cigarrillo mientras la espera…




lunes, 5 de febrero de 2018

Poeta del ajedrez....






Ella preguntó desde cuando eres poeta? Y porqué poeta del ajedrez? Yo creo que esto comenzó en mis años adolescentes cuando aprendí a jugar al ajedrez, la primer pieza que me presentan fue la dama y desde el primer momento quedé enamorado, luego me enseñan cuando el peón alcanza la 8va casilla puede transformarse en dama, esto también me enamoró, para la misma época me gustaba una muchacha y decidí poner a prueba lo aprendido en el ajedrez, tomé un peón y até a su cuello en forma de corbata un corto poema, toqué a su puerta y allí lo dejé, hice esto durante 8 días con mis 8 peones, 8 poemas... Al 9no día llamé a su puerta y me dejé ver, cuando ella preguntó ¿que haces aquí ? Respondí : vine a buscar mis peones, hace 8 días que no juego al ajedrez... Y me sonrió... 
Marcos Hernández 29/01/2018