Ráfaga de mujer
Me despertó el perfume de sus cabellos, miré alrededor y ya
no estaba.
La buscaba, la llamaba, la seguía, la cantaba, la soñaba.
Para algunos era un loco caminante sin sentido, para otros la historia de un
enamorado en busca de la amante perdida.
Mi rival extendió su mano ofreciéndomela en señal de abandono
al ver el mate inevitable en 3 jugadas. La estreché y volví a la realidad, salí
de la sala para seguirla, percibí su fragancia que aún envolvía el ambiente, el
mismo olor a mujer presente entre las páginas de mi libro Peregrina de las 64
casillas.
Marcos Hernández.
Excelente hermano, saludos!!
ResponderEliminarMuy bueno... ��Saludos...
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