El libro perdido de killing the King
Antiguos Maestros ajedrecistas
cuentan que una vez existió un fuerte jugador genio del ataque, quien aplastaba
en el tablero a sus oponentes sin ninguna especie de compasión, nadie llegò a
conocer su verdadero nombre, solo se sabe
que se hacía llamar The Killing The King.
Cuentan también que el Gran
Maestro, aprendió los secretos del
tablero escaqueado en los años de amores con Caissa, la Diosa del Ajedrez; poco
a poco su amor por el juego fue aumentando, interesándose solamente en el mundo
blanco y negro. Con esto, el Maestro ajedrecista
le manifiesta a su amada que recorrería el mundo en busca de nuevas
victorias.
Pasados largos años cansada de
esperar, la diosa Caissa condeno a
su amante a una maldición, producto de los celos y el despecho después de que
esté le abandonará, su castigo seria la perdida de la memoria, cada vez que el
GM jugara una partida de ajedrez y ganara, iría olvidando las habilidades para el juego. Sumergido en
un alzhéimer ajedrecístico lentamente perdería la memoria hasta vivir también
una dislexia ajedrecística sin llegar a distinguir los movimientos de cada
pieza. Desterrado, fue enviado a un planeta donde se juega mal al ajedrez, donde
los alfiles se mueven como torres y las torres como caballos, los peones van hacia atrás y los caballos no
saltan… desaprendiendo la esencia del juego que alguna vez fue su ciencia,
hasta llegar a perder una partida con un niño de 8 años, asesinando por
completo el ego del que un dia fue un genio del ajedrez.
Fueron muchos años llenos de
victorias sin conocer la derrota para el maestro peregrino y, mientras, su dama,
no la del tablero si no la de su vida, esperaba a solas, conformándose con las
cartas donde solo narraba sus triunfos y le describía sus jugadas perfectas. Hoja a hoja, ella fue guardando cada una
de ellas como muestra de que en ninguna existía una línea donde le demostrara
su amor y que solo describían sus glorias. Esto provocó que Caissa entrara en cólera
y arrojase sobre él su Maldición.
Una tarde el maestro tomaba su
café, sacaba su ajedrez de bolsillo, armó el tablero lo colocó sobre la mesa para revivir la partida
del dia anterior y pudo sentir que ya su visión ante el tablero no sería igual,
en sus próximas partidas de ajedrez sus victorias no serian igual.
Comenzó a perder el camino
correcto a la combinación, muchas partidas terminaron en tablas, cosa que el
maestro no lograba entender “este tipo
de partidas las he ganado antes con facilidad”. Aparecieron las partidas
tablas, apareció la primera derrota, las victorias cada vez se hacían más
difíciles, derrota tras derrota, cada victoria se alejaba una de la otra,
derrotas y tablas constantes y junto con ellas la depresión
EL Gran Maestro llego a mirarse en el espejo sin
reconocerse a si mismo solo Se deleitaba
con el vago recuerdo de cómo ganaba partidas de ajedrez en gran combinación y
ataque lo que no conseguía era volver a ponerlas en práctica. Después de una
derrota ante un niño de 8 años quien una vez se hizo llamar The killing the
King estiro su mano a su joven rival, saco su tan amado ajedrez del bolsillo,
se lo obsequio y decidió perderse entre la gente como un sujeto común.
Me agrada el argumento, la apertura del cuento puede variar y mejorar...
ResponderEliminarMe quedé con ganas de seguir leyendo
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