La Partida Infinita
Para discutir sus diferencias en un tablero Jesús y Lucifer se han inventado el juego del ajedrez
Jesús juega con las blancas, Lucifer juega las negras, el bien juega en el día, el mal actúa en las noches.
En 64 casillas los Dioses plasman sus ideas, 32 son los guerreros para la lucha, unos visten de blanco, otros visten de negro.
Cada quien cumple su función en el juego, cuidar la corona de su rey e ir por la cabeza del contrario.
¿Quien ganara la batalla?
Dios y el Diablo mueven sus piezas, nosotros somos las piezas negras ó blancas.
¿De quien depende el final de la lucha?
¿De la mano del Dios que mueve la pieza? O ¿de la pieza mortal misma que en el tablero se desplaza?
Una partida la llaman la inmortal, otra partida la llaman la siempre viva, hoy el bien y el mal nos regalan una partida infinita.
Cada jugada es una prueba de fe, donde quien lleva las blancas ubica sus piezas, el negro la tienta con celadas y trampas, en cada movimiento se juegan la vida y el alma.
Para Dios el tablero solo es de casillas claras, las piezas también, Dios da el libre albedrio, el Diablo se aprovecha de esto y agrega los escaques y piezas oscuras al juego.
Dios y el Diablo geometrizan mientras discuten, es por eso que en este mundo terrenal nos han dejado el juego del ajedrez.
Autor: Marcos Hernández
Diseño: Jorge R. LLamas ( Colombia)
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