miércoles, 28 de agosto de 2019

Ajedrez por Marcos Hernández






Ajedrez
Como no tenía con quién jugar al ajedrez, colocó la mesa frente a un espejo para jugar contra sí mismo. De modo que supo aprovechar sus derrotas para también convertirlas en victorias... Así aprendió a mover las piezas con ambos colores y a luchar contra sus temores; descubrió entonces que para jugar era necesario pensar dos veces y saber leer las estrategias de su rival sobre el tablero, sin importar, si este las  si las oculta bajo un sombrero.

 12 de mayo de 2019.


 Nota:
  Micro-relato seleccionado para ser publicado por la editorial española Diversidad Literaria en su Antologia Micro-Fantasias IV...

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