Las partidas del poeta
Jugaba mi partida con un pequeño de 8 años, el niño inclino
la cabeza para mirar mi planilla y pregunto ¿poeta escribe su partida con un alfil?
Volvió a inclinarse para mirar la planilla, continuamos jugando. Después de varios movimientos acordamos las
tablas… En la partida siguiente mi nuevo rival lucia algo molesto y estresado,
miró mi planilla y llamó al árbitro “Árbitro”
este caballero no lleva el registro de
su partida y simula escribirla con un alfil…
El niño que estaba sentado en la mesa vecina jugando su
partida dio respuesta a mi rival “las partidas de un poeta no se ven, debes
cerrar los ojos y soñarlas con el”… después de otros tantos movimientos el
caballero sentado frente a mi firmaría su planilla con la palabra “Abandono”.
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