lunes, 29 de septiembre de 2014

BORIS SPASSKY





 Boris Spassky nació el 30 de Enero de 1937, en Leningrado (Rusia).

            De talento muy precoz, aprendió a jugar al ajedrez a los 5 años en el seno de una familia muy aficionada a los juegos de mesa (su hermana fue campeona de la URSS de damas). Su infancia fue traumática debido a la II Guerra Mundial, su ciudad fue evacuada y Boris pasó los años de la guerra en un orfanato, rodeado de hambre y miseria.


            Tras la guerra volvió a su ciudad natal y su vida se normalizó. A los 9 años fue admitido en el palacio de Pioneros de Leningrado, allí, rodeado de muchos otros ajedrecistas, pudo progresar con rapidez. A los 12 años ya era candidato a maestro y tenía un ELO de 2100 (sólo Bobby Fischer fue más precoz hasta esa época). Con 16 años obtuvo el título de Maestro internacional y con 19 el de Gran Maestro. Cuando obtuvo todos estos títulos fue el jugador más joven en lograrlos, todo un torbellino de precocidad. En sus comienzos su estilo era posicional y frío, sólo preocupado por la defensa y sin arriesgar apenas nada en sus partidas.

        Ya con 18 años demostró que su paso por el ajedrez no iba a ser algo puramente testimonial, consiguió proclamarse campeón del mundo junior. Lo hizo en un torneo cerrado y quedando por delante de Mednis y Portisch.

Ese mismo año logró ser 3º en el torneo más duro par un debutante: el Campeonato de la URSS, y lo hizo a sólo 0'5 puntos del ganador (Smyslov). Hacer esto con 18 años es muy complicado, por lo que se auguró un gran futuro a la nueva estrella soviética.

            El estilo de Spassky era demasiado rígido, para poder fomentar su creatividad decidió cambiar de preparador, sustituyó a Zak por Alexander Tolush que le enseñó una nueva forma de entender el ajedrez. En las partidas de Spassky empezaron a aparecer combinaciones espectaculares, volviéndose un jugador más osado y agresivo. Como consecuencia de esto sus resultados mejoraron y Boris empezó a ganar varios torneos, incluido un Campeonato de la URSS.


            Su primer asalto al título mundial fue fallido, quedándose en el duro camino hacia el trono de campeón. Consiguió superar el Interzonal de 1955 donde quedó octavo. Pero el torneo de candidatos fue demasiado fuerte para el joven soviético, que aun así quedó en un meritorio 3er lugar a dos puntos del vencedor.

            Su segundo intento de luchar por el Campeonato del Mundo llegó 9 años después. En 1964 quedó 1º-4º en el Interzonal de Amsterdam, lo que le daba plaza para el torneo de candidatos. Este torneo era por eliminatorias entre 8 jugadores, el camino de Spassky no pudo ser más duro: en cuartos de final derrotó a Paul Keres por 6-4, en semifinales venció a Efim Geller por 5'5-2'5 y en la final venció contra pronóstico al mítico Mikhail Tahl por 7-4. Spassky se había ganado el derecho a luchar por el título que ostentaba Tigran Petrosian y lo había hecho a lo grande: venciendo a 3 de los mejores jugadores del mundo.

            El match con Petrosian se jugó en el año 1966. Spassky luchó con fuerza durante todo el encuentro, que siempre estuvo muy igualado, pero el mejor repertorio de aperturas de Petrosian terminó inclinando la balanza a favor del campeón vigente por un ajustado 12'5-11'5.


Tras perder esta primera oportunidad se vio obligado a volver al duro engranaje de la clasificación para el match final, al menos logró saltarse el Interzonal ya que tenía plaza directa para el torneo de candidatos. Éste se disputó en 1968 y fue de nuevo por eliminatorias; otra vez le esperaba un duro camino: en cuartos de final dejó en la cuneta a Efim Geller por 5'5-2'5, en semifinales tumbó a Bent Larsen también por 5'5-2'5 y en la final venció a Viktor Korchnoi por 6'5-3'5. De nuevo había repetido la misma hazaña y se volvería a ver las caras con Tigran Petrosian. Las dos victorias en ambos torneos de candidatos tienen un gran valor y me atrevería a clasificarlas entre los grandes hitos de la historia del ajedrez (por su complicación y dura competencia).

El nuevo match contra Petrosian se jugó en 1969 y esta vez Spassky se había preparado con más rigor de la mano de sus entrenadores Igor Bondarevsky y Nikolai Krogius. Petrosian era un artista de la defensa, pero Spassky era más completo que el armenio.

            De nuevo fue un match muy igualado. En el ecuador el tanteo estaba empatado, pero Spassky logró terminar con más fuerza que su rival y se llevó el encuentro por 12'5-10'5.

Boris Spassky había logrado lo que muy pocos consiguieron hacer: ser CAMPEÓN DEL MUNDO. Esta fue su mejor época, coincidiendo con el periodo en que fue entrenado por Igor Bondarevsky, éste sabía comprender los estados de ánimo de su pupilo así como el de sus rivales, por lo que podían plantear las partidas de forma mucho más completa que con anterioridad.


            Puso su título en juego en 1972, su rival fue el norteamericano Bobby Fischer. Este match es uno de los más famosos de la historia por toda la polémica de la que estuvo rodeado. Fue tomado por ambos países como un episodio más de la guerra fría, la URSS consultó a todos sus campeones del mundo para que aconsejaran a Spassky. Varias ciudades pujaron para poder albergar el evento, aunque fue Reykjavik la que finalmente se llevó el gato al agua. Las exigencias de Fischer hicieron que el match peligrase, pero finalmente se llegó a un acuerdo y se pudo poner en juego la corona de Spassky. El encuentro fue declarado como el match del Siglo y miles de aficionados llegaron a Reykjavik para presenciarlo, además cientos de periodistas se acreditaron para cubrir la información diaria de las partidas (nunca el ajedrez levantó tanta expectación hasta aquel día).

            Fischer nunca había vencido a Spassky hasta ese momento y el match comenzó respetando esa regla: Spassky ganó las dos primeras partidas (la 2ª por incomparecencia de Fischer). Pero esto fue sólo un espejismo, Spassky demostró no estar tan preparado como su rival y Fischer dominó el match de principio a fin logrando vencer por 12'5-8'5. Este resultado suponía el fin de 24 años de dominio soviético en el campeonato del mundo. Esto desagradó mucho a las autoridades de la URSS que acusaron a Spassky de no haberse preparado a fondo (ésta sería la primera de las desavenencias de Spassky con el gobierno de su país).

            Muchas fueron las críticas que recibió Spassky durante ese año, parecía que todo lo que había conseguido antes del 'match del siglo' carecía de valor. Pero Boris se encargó de acallar a los descontentos venciendo en el Campeonato de la URSS de 1973 por delante de todas las estrellas del país (Ver tabla).  Spassky se fijó un objetivo en el horizonte: recuperar la corona perdida. Pero sería un proyecto a largo plazo porque le iba a costar mucho recuperarse de los últimos esfuerzos.

            Ese mismo año volvería a participar en el Torneo de Candidatos, pero el joven Anatoly Karpov le pararía en seco en semifinales por un tanteo de 7-4. Volvió a intentarlo en 1977, logrando llegar a la final tras superar a Vlastimil Hort (8'5-7'5) y a Lajos Portisch (8'5-6'5). En la final le esperaba Viktor Korchnoi, por lo que el encuentro se convirtió otra vez en razón de estado. El motivo fue que Viktor Korchnoi había abandonado la URSS para jugar bajo bandera suiza y era considerado un disidente. Spassky fue derrotado por 10'5-7'5 y las autoridades soviéticas volvieron a volcar duras críticas sobre Boris. Éste no soportó más tanta crítica y abandonó la URSS para jugar bajo el pabellón de Francia.

            A partir de aquí sus resultados decayeron y entró en una especie de conformismo y falta de lucha donde apenas es salvable su primer puesto en el Torneo de Linares de 1983. La verdad es que Spassky pasó al olvido hasta su nuevo match (no oficial) con Bobby Ficher en 1992, que se organizó para conmemorar el vigésimo aniversario del 'match del siglo'. La historia volvió a repetirse y Fischer obtuvo la victoria por 17'5-12'5, a pesar del buen comienzo de Spassky.


    La explicación del bajo rendimiento de Spassky no es sencilla. Demostró estar entre los mejores del mundo, dominaba el juego posicional con precisión y cuando quería podía ser brillante en sus partidas. Sin embargo, Spassky nunca declaró que el ajedrez fuese su vida, de hecho se sabe que dedicaba mucho tiempo a otras aficiones como el atletismo, la natación, la música clásica rusa, la literatura, el tenis... Con todo esto se  puede entender su falta de espíritu de lucha y su poca ambición (sobre todo después de lograr su meta, que era ser campeón del mundo).

            Spassky siempre fue un jugador de carácter melancólico, los nervios le traicionaban en los momentos cruciales y tal vez le faltaba el 'instinto asesino' que poseía Fischer. Lo que nadie puede poner en duda es su indiscutible calidad, ahí están sus incontables triunfos para demostrarlo. Tristemente ha pasado a la historia por su derrota ante Fischer en 1972 y pocos se acuerdan de sus brillantes participaciones en los torneos de candidatos, así como su gran victoria ante Petrosian en el campeonato del mundo.

            Su estilo de juego siempre dependió del entrenador que tuviese en cada momento y fue evolucionando de la siguiente manera:

Entrenador: Vladimir Zak (1946-1952), hizo que el juego de Spassky fuese puramente posicional y sin ningún riesgo.

Entrenador: Alexander Tolush (1952-1965), el estilo de Spassky se volvió más agresivo y combinativo. En consecuencia, durante esta época nos dejó bellas partidas llenas de sacrificios.

Entrenador: Igor Bondarevsky (1965-????), el estilo de Spassky se volvió otra vez posicional y su repertorio de aperturas mejoró notablemente. Aun así de vez en cuando brindaba alguna partida espectacular a la afición, demostrando que no había olvidado las enseñanzas de Tolush.
            Spassky ha sido el único campeón del mundo de ajedrez que no ha publicado ningún libro, sólo ha publicado algunos análisis de partidas. Sigue jugando hoy en día, pero desde la década de los 90 lo suele hacer en torneos de veteranos salvo en alguna rara excepción.

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