Caissa
Me gustas desde la punta de los dedos
de tus pies, hasta cada una de tus pestañas…
Sentada frente al tablero, juegas con
ventaja.
Hechizas a los hombres con tu
belleza, muñeca de porcelana.
Fuiste pintada por Dios con sus
mejores pinceles en una sola pincelada.
¿Eres pieza de ajedrez o eres Diosa
coronada?
Eres luz, fragancia y sueño
Inspiras al poeta para jugar la
partida perfecta.
Marcos V. Hernàndez
Hermoso poema, tanto como la belleza de amar a una mujer y el placer de jugar en su ajedrezado sentimiento.
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