miércoles, 15 de marzo de 2017

El laberinto de Chinolo.






El Laberinto de Chinolo
 Sentado frente al tablero, un joven adolescente se le acercó, lo miró de frente y le dijo- ¡Poeta!  ¿Me enseña el camino a la maestría?  Chinolo medito un instante miró hacia el cielo y fue como ver un trueno, abrió sus ojos exagerados y le respondió- ¿y si no hay camino? ¿Y si te pierdes en ese camino?... el joven respondió “yo soy un ambulante, sabré retomar el camino”. Al Maestro ajedrecista pareció agradarle la respuesta del muchacho, en ese instante decidió que debía escribir sus vivencias revisó el álbum en su memoria fotográfica  sonrió pensando en voz alta “existen millones de libros en la literatura ajedrecística que hablan de un camino a la maestría (apertura- medio juego- final- estrategia-táctica-celadas-defensas-ataques- doble jaque- jugar a la ciega- cálculo de variantes) jajaja suelta una risotada y continua su monologo “El camino a la maestría es un laberinto” “el laberinto de Chinolo así titularé las crónicas de un ajedrecista, todo el que deseé ser experto ajedrecista deberá cruzar el laberinto de Chinolo… cada diagrama en mis partidas es una caja gigantesca por donde tu caminaras como un perseguidor de queso o peor aún serás como el sujeto al que recién le fue robada la vista y es colocado a caminar sobre la cuerda floja.
“hoy si le gano, juro por las 64 casillas que hoy si le gano”
 Si aprovecho que su rey aún está en el centro del tablero ganaré tiempo
¿Y si le tomo la torre?
¿Será bueno enrocarme? ¿O me lanzo al ataque?
 ¿Si le capturo la dama? Me va peor...
¿Y si me da jaque? Me tapo con caballo-  mejor muevo el rey para salir del jaque, aunque signifique perder el enroque… no no no mejor tapo de caballo… aunque… puedo sacrificar, tengo que sacrificar pero ¿qué pieza?  Alfil por, caballo por, caballo g4 y caballo por peón jaque… no no no eso es malo. Volvamos analizar… si caballo por, alfil por, peón por alfil me gana la calidad… esa tampoco…  una y otra vez sus pensamientos van y vienen como un niño se mece en un columpio, busca la variante correcta mientras su tiempo se consume enmarañado en sus análisis termina confundido y realiza la jugada errónea.
Solo es cuestión de tiempo, la partida es mía…
 Te gané con una variante viejísima… jajajaja suelta otra risotada. Otra vez el maestro se salió con la suya.
El joven supo esperar a que  Chinolo finalizará con su soliloquio para preguntar  ¿maestro me mostrará el camino?
El viejo poeta volvió a mira al joven al momento de preguntar su nombre- Tiurachy mi nombre es Tiurachy…
Entonces bienvenido a mi laberinto…

Marzo 15, 2017. Dedicado a mi amigo Jorge Valera, quien al igual que yo a transitado la vieja escuela de Chinolo.

4 comentarios:

  1. no existe un camino directo a la maestria...mas bien son muchos caminos, y cuando creemos saberlo todo ..de repente despertamos en nustra conciencia
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    dandonos cuenta que solo hemos aprendido solo una milsemia parte... de un ocenao completo de sabiduria, que un falta por descubrir o aprender
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    la meestria absoluta es relativa... tal vez en un ambiente favorable de jugadores medios , el jugador sea considerado maestro... pero en otros ambientes ,mas duros o copetitivos , e repente lo cosideren un novato...
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    o aficionado
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    la mestria es una eterna busqueda del mejoramiento continuo dle ajedrecista
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    a lo largo de su vida
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    no existe un final del camino..cuando creemosque lo sabemos todo... el ajedrez en toda su inmensidad de repente nos demuestra que aun nos falta mucho por recorrer
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    por eso el ajedrez es como la vida misma ..nunca se termina jamas por aprender
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    es un etyerno aprendizaje... por toda la vida...por siempre.

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  2. ¡Pa´lante poeta! Saludos desde Puerto La Cruz...

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