viernes, 29 de marzo de 2013

Partida comentada por GM Reinaldo Vera.

Vera,R (2485) - Smyslov,V (2570) [D10]

Barcelona (7), 1990
[Reinaldo Vera]

Enfrentarse a un excampeón mundial es muy motivador. Con sus tanto años Vassily Smyslov no era seguramente el mismo que ganó el campeonato del mundo en 1957, pero recordemos que sólo 6 años antes de jugarse esta partida disputaba contra Kasparov la final de candidatos por el derecho de retar a Karpov.

1.d4 d5 2.c4 c6 3.¤c3 ¤f6 4.cxd5 cxd5 5.¥f4  5...¤c6 6.e3 e6  

Botvinik  puso de moda este sistema ( sobre todo para responder a 7.¤f3 con ¤h5!?) a principios de los 60. Actualmente se consideran más promisorias las líneas donde el alfil de casillas blancas sale fuera de la cadena de peones  como son  6...¥f5 y; 6...a6 7.¥d3 ¥g4.

7.¥d3!

Las blancas retrasan el desarrollo de su caballo, hasta que el negro defina donde colocará su alfil rey. Esta elasticidad es típica de los planteamientos modernos. ¿Cuál es la diferencia?, por un lado reducimos las posibilidades de las negras al no disponer de la variante con ¤h5 mencionada anteriormente ( 7.¤f3 ¤h5!?) y aun más importante es que si el negro realiza la maniobra simplificadora 7...¥d6 las blancas establecen un férreo control central luego de 8.¥xd6 seguido de 9.f4. Esta posibilidad no la tendrían en caso de haber desarrollado antes el ¤ a f3. Estas consideraciones explican las siguientes jugadas.
7...a6  8.¦c1  
A la espera de que el negro defina su alfil de casillas negras, pero utilizando el tiempo en traer la torre a la columna abierta.

8...h6!?

También Smyslov, está a la espera con jugadas que pueden ser útiles en su momento. Además, esta jugada tiene una idea oculta que se verá tres jugadas después. 

9.£e2!?

 Continuando la táctica mencionada, pero realizando jugadas útiles.

9...¥d6

 No disponiendo de más jugadas de espera Smyslov decide permitir al blanco el establecimiento del cerrojo central. Como se ha dicho, en caso de 9...¥e7 las blancas tendrían una ligerísima pero  cómoda ventaja continuando con 10.¤f3.

10.¥xd6 £xd6 11.f4! g5!?

Dándole utilidad a su octava jugada. En caso de 11...0–0 12.¤f3 ¥d7 13.¤e5 ¦ac8 14.g4± La jugada 8..h6 solo habría dado un punto de ruptura  a la infantería blanca.

12.g3! 12...gxf4

Contra 12...g4 seguiría 13.h3² con ventaja.

13.gxf4 ¥d7 14.¤f3 ¦g8

Impidiendo el enroque blanco.

15.¤e5 £e7

Defiende f7 pero es demasiado pasiva. Era preferible 15...¤b4 16.¥b1 ¦c8 17.¢d2 aunque la posición blanca sigue siendo preferible. Por otra parte 15...¢e7 tiene el problema de que el caballo queda clavado después de 16.£f2 -- 17.£h4.

16.¢d2!

Las blancas necesitan comunicar sus torres y poner su rey en un lugar seguro antes de lanzarse en cualquier aventura.

16...¦c8

Las negras no pueden enrocar largo, pues recibirían un golpe demoledor con [16...0–0–0? 17.¥xa6! £b4 (17...bxa6 18.£xa6++-) 18.¥d3 £xb2+ 19.¦c2 £a3 20.¤xf7+- Con gran ventaja.]

17.¦hg1

Como las torres negras no están comunicadas, las blancas disputan la importante columna g.

17...¦xg1 18.¦xg1

Amenaza ¦g7.

18...£b4 19.¢c1!

El rey blanco se dirige a b1 donde encontrará refugio seguro.

19...¢e7

No vale 19...¤xe5 20.fxe5 ¦xc3+ 21.bxc3 £xc3+ 22.¢b1 y no hay suficiente compensación.

20.£e1

Jugada multipropósito: protege el punto c3, amenaza  £h4 y especula con la situación de la dama en b4. 

20...¥e8

Una bonita trampa se producía si el negro disputaba la columna g  20...¦g8? 21.¦xg8 ¤xg8 22.¤xd5+! exd5 23.¤xc6+ ganando la dama. El intento de liberarse con 20...¤xe5 21.fxe5 ¤e4 es respondido con 22.¥xe4 dxe4 23.£h4+ ¢f8 24.£xh6+ ¢e7 25.£h4+ ¢f8 y ahora, las blancas disponen de la sólida £e1 con gran ventaja, o la secuencia ganadora de Fritz 26.d5! ¦xc3+ 27.¢b1 exd5 28.e6 con ataque de mate imparable.

21.¢b1

Necesaria precaución. No valía la directa 21.£h4? por ¤xe5 22.fxe5 ¦xc3+! 23.bxc3 £xc3+ 24.¢b1 (24.¥c2? £xe3+ y las negras ganan.) 24...£xd3+ 25.¢b2 £d2+ 26.¢b1 £xe3 27.£xf6+ ¢d7 con ventaja negra.

21...£a5 22.a3

Impide ¤b4. No es posible 22.£h4? ¤b4 23.¤g4 ¦xc3 24.£xf6+ ¢d6 y las negras ganan.

22...¤b8

La idea de este retroceso es enlazar los caballos luego de £h4 ¤bd7.

23.f5!

El comienzo del asalto final. Con su rey seguro, el blanco abre líneas en el centro.

23...exf5

23...¥d7 24.¦g7.

24.¥xf5 ¦c7 25.e4! dxe4

 25...¢f8 26.£h4 con amenazas imparables 26...£b6 27.£xh6+ ¢e7 28.£xf6+! £xf6 29.¤xd5+

26.¥xe4 £b6    

Si 26...¤xe4 27.£xe4 ¢f8 28.¤d5 ¦c8 29.¤g6+!+- Diagrama




 27.¥c6!

La jugada ganadora. Las blancas sacrifican el alfil con la particularidad  de que no capturan nada al hacerlo, y en una casilla dominada por cinco piezas rivales. 

27...¥xc6

Contra 27...¢f8 lo mejor es 28.¤d5 (también gana 28.¥xe8 ¤xe8 (28...¢xe8 29.¤c6+ ¢d7 30.¤xb8+ ¢c8 31.¦g8+!) 29.¤d5 £xd4 30.¤d7+! ¦xd7 (30...¤xd7 31.£e7#) 31.£xe8+! ¢xe8 32.¦g8#) 28...¤xd5 29.¤g6+! que conduce al mate.; 27...¤xc6 28.¤c4+ gana la dama.

28.¤xc6+

El intento de ganar la dama con  28.¤c4+ se respondería con 28...¥e4+! 29.¤xe4 £xd4 y las  negras resisten un poco.

28...¢f8

El monarca negro sería ajusticiado después de 28...¢d7? 29.£e7+ ¢xc6 30.£xf6+ ¢d7 31.£xf7+ ¢d8 32.¦g8#

29.¤xb8+-

Las blancas han ganado pieza y solo queda asegurar el retroceso del caballo. EL resto no necesita comentarios.

29...£xd4 30.£g3 ¦c5 31.¦d1 £e5 32.£xe5 ¦xe5 33.¤d7+ ¤xd7 34.¦xd7 ¦h5 35.¦d2 ¢g7 36.¢c2 ¦h3 37.¦f2 h5 38.¤e4 1–0

Además de la posible belleza de la jugada 27 de las blancas, el valor de esta partida se aprecia en  la lenta lucha posicional y en como las blancas supieron mejorar paulatinamente su posición hasta crear la situación de ataque que hizo posible el sacrificio.



jueves, 14 de marzo de 2013

EL dia que la dama se escapo con el alfil por Marcos Hernández



EL DÍA QUE LA DAMA SE ESCAPO CON EL ALFIL
En un rápido muñequeo de una partida relámpago, las piezas saltaron del tablero y fueron a dar al jardín.
Fue una tarde de ajedrez entre amigos, todas las piezas regresaron  a su gaveta excepto la Dama y el alfil…
Aquel Domingo habían decidido huir juntos y darse a la fuga, sin que nadie notase su ausencia, esperaron el instante preciso, la ultima partida del día para salir del tablero en los cambios corrientes;  y cuando los jugadores se encontraran distraídos en sus bruscos y rápidos movimientos de piezas emprenderían el vuelo.
Ya en el jardín los colores de la abundante grama y las flores los ayudaría a ocultarse.
-¿Que pensaras de mi? dijo la dama apenada “esto no debería ocurrir”
El alfil mirándola a los ojos le dijo: -“He deseado mil noches este momento y he guardado mis mejores versos y mis mejores caricias solo para ti, solo puedo pensar que atrevido soy yo un humilde plebeyo al aspirar tan solo una mirada de mi dama… -
-“Déjame capturar este instante como una fotografía y asi llevarte en mi memoria por toda la eternidad” “Quiero llevar sabor a ti hasta el fin de mis días”
 Te pienso desde que abro mis ojos y cuando los cierro resulta que te sueño, al extremo que no se diferenciar cuando estoy dormido y cuando estoy despierto.
El alfil envolvió a la dama entre caricias y besos demostrando cuanto la amaba y en cada respiro deseaba:
-“Dios que no termine la noche, haz de ésta la más larga de todas”
Y se amaron tanto que la luna se encogió como una estrella convirtiéndose en una mas de ellas, logrando detener la noche en cada encuentro, alargándola dejando en jaque la Luna y las estrellas…
Y asi transcurrió la noche entre besos, caricias, confesiones de amor y el alfil y la dama consumieron su amor al máximo como la última y única noche de sus vidas.
 Y a la mañana siguiente  en extraña circunstancia dos piezas de ajedrez (dama y alfil) fueron encontradas en el jardín y devueltas nuevamente a su gaveta junto con el resto de las piezas…


                                                                                                                      Autor: Marcos Hernández.